9/17/2009 12:05:00 a. m.

Gerundios malditos

Esta madrugada la ciudad se nos muestra pequeña, intima, donde barremos las cenizas con fuego, calumnias a las legañas con la tartamudez de tu letrero : "hambre", y escribes así la letanía cerebral de la ignorancia, de rostros simples, sonrisas fingidas, del otro sin verbo, y del verbo sin el nosotros.

Esta madrugada de dos, de tres, de cinco horas que quiebran esposas, y que de costumbre nos devolveran a los gerundios del pensando, reflexionando, inquietando lo que las plumas, los versos, las palabras , sus lenguas y lenguajes no nos darán como fruto, y quebrando leyes de gravedad se diluiran en los Bistrot de San Isidro, lo que dijimos callando... juguemos a reírnos del hambre, y a llorar por la muerte, maquillemos el acá, burlemos nuestras celdas, para que lejos el dolor de la ausencia volvamos a la cordura, hagamos catarsis de la furia, que desencanto tras desencanto, sumidos en la madrugada esta, en la que los hambres ajenos, duelen , duelen , duelen... de dos , de tres y de miles de personas en gerundios malditos, en sufriendo, en callando...