Tu, mi café

Solo nos tomó un febrero solitario, para bajar la guardia.

Y tumbados en el calor de un árbol sonreímos a la luna,

Solo así entendí el color café, con que se pinta la tierra a tu lado.

Y es que tu sonrisa es como una orgia de los dioses,

Has escrito con tu sangre de café la palabra amor en mi silencio.

Tú y tu aroma azabache han conquistado mi ausencia.

Desliza mi esencia en tu espuma de capucino,

Y bebe de mis sueños de niña la cafeína para iniciar tu rebeldía.

Tu pureza es como un café infinito,

aquella semilla con el alma de color intenso

Tu aroma me recuerda al pecado sin treguas,

Y te encuentro en la magia del expreso

pues en tu fruto he perdido el sueño

para encontrar un sendero juntos