de nominalismos

me has llamado Monica, Andrea, Advenediza y sabrá el futuro si rimare con nuevas mujeres, nuevos nombres, nuevas historias, donde tangenciales a mi mirada humana hipnótica se diluirán los olvidos, y te arañaran el destino como si así pudiera llegar a tu final- contigo.

me has llamado para dejarme, descubriendo el placer de lo infinito, el placer que tiene el nunca, de los juegos de sombras, de aquellos que estamos de sobra.

me has llamado y esta vez quiero quedarme, libre de cavilaciones confusas, ser libre en libertad, vestirme de músico para tocarte, peinarme entre tus dedos, y enredarme en tu vientre

me has llamado con esa facultad que tienes para alejarme, volviéndome victimaria en la inocencia, convirtiéndonos en pausas de ausentes, de entrar y salir, donde terminaremos desnudos luego de haber tirado la toalla.

me has llamado y sin embargo estoy ebria en mi setiembre de color, de miel, de calor, de sudor, de lágrimas de agonía, de este credo sagrado... por que ausente me has nominalizado pero no me enseñaste a interpretarme en tu nombre.